sábado, 15 de octubre de 2011

Primeros pasos de una opositora

Este jueves comencé la Academia de mi temido MIR, y las 6 horitas de clase no resultaron tan horribles como cabía esperar... o tal vez fue la dosis que me proporcionó una de mis compis de chocolate con menta en el descanso. El caso es que superé la prueba y llegué a un acuerdo implacable con una amiga: ella me agobia durante las dos primeras vueltas y yo la desestreso en las dos últimas. Y es que no hay forma mejor de amenazarme que decirme que no me va a dar la nota para hacer la Especialidad que ahora mismo más me importa...
Siguiendo con mi resumen de la semana, ha estado llena de encuentros agradables que parece que me han dado un motivo por el que seguir adelante. Además, he logrado dejar de dormir siestas entre semana y voy a empezar a estudiar desde este mismo lunes para que no se me junten las cosas... y si sobra tiempo, me dedicaré al Trabajo de Fin de Grado, un invento del nuevo plan de estudios que sustituye mi empanamiento mental en el Metro. Y es que si tienes que traducir artículos, no hay mejor sitio que el suburbano, que si tienes dudas de alguna palabra, el de al lado por el puro cotilleo tratará de solucionártela. Doy fe.

Bueno, en mi siguiente entrada trataré de contar alguna anécdota de prácticas, que las hay y muy buenas...

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